jueves, 4 de agosto de 2011

Menarquía



Hoy quiero rendir homenaje a mi menarquía.

Hoy se celebra un año más que llegó por primera vez a mi vida Mr. Rojas, un hecho histórico de hace ya varios años (luz). 

Era un hecho que, increíblemente, esperaba con ansias.  Como si por manchar de rojo las ropas o los protectores sea, primero tan cómodo y después, signo de que te merecieras el mundo entero a tus pies.

Recuerdo que un año atrás casi creo que metía la cabeza a la taza del baño buscando la mancha traicionera que anunciara que ya era una mujer.  Si veía una partícula rojiza (giuc) creía que ya había reglado.

Así como lo leen.

Ese día, fue domingo.

Fui al baño y vi la señal en mis panties.  Ni me acordé ni pensé ni imaginé que se tratara de la llegada de Mr. Rojas.  Me limité a cambiarlos y esconderlos bajo el pijama para luego salir al patio a lavarlos sin levantar sospecha.

En la tarde, otra vez.  Y ahí fue cuando me cayó el 20 de que “ya era señorita”, que “ya me había pasado”.

No encontraba la forma de decirle a mamá que ya me había bajado.  Ella estaba planchando.

No recuerdo las palabras, pero me atreví a confesárselo y ella muy natural me entregó la primera toalla sanitaria que usé (gorda gorda, grande grande y plastificada) no sin antes aclararme que la parte del adhesivo debía ir colocada sobre mi ropa interior.

Fuimos al pan mamá, papá y yo, no recuerdo dónde, pero si mi memoria no me falla, ya no existe ese lugar.  N’ombre!  Caminaba yo como pavorreal, veía del hombro hacia abajo.  No, no, no. El pueblo regio no me merecía.  Era demasiada “mujer” para merecerme.

El desencanto vino poco tiempo después.  Esos días tan esperados se convirtieron en los indeseados, en los incómodos, en los dolorosos.  Aún recuerdo mi primer cólico, varios meses después.

Odiaba y odio tener la visita de Mr. Rojas en tiempo de calor, ya ni qué pensar en la canícula.  Es espantoso.

Ahora, con los años, la cosa ha empeorado.  Sigo siendo sumamente puntual, pero los días previos no me soporto yo sola.  Sufro ataques de ansiedad, de depresión, de enojo. “Malditas hormonas”, pienso en esos momentos.

En fin, yo ya estoy más allá del bien que del mal.  Es decir, todavía me falta poco más de 15 años para entrar a la siguiente etapa de la mujer, pero, eso sí, ya me falta menos para entrar a otra etapa desconocida y temida por mí.

Hoy compraré mi pastel de fresa, para que esté a tono con el color favorito de Mr. Rojas.

CONTEXTO:  Para quienes no tengo el gusto de conocerlos personalmente o a fondo, nótese lo mucho que quedó marcada en mí esa fecha de hace algunos años.  No suelo recordar ninguna fecha.  No me sé los cumpleaños ni de mis mejores amigos.

6 comentarios:

  1. mmmm jale puess......... felicidades?????

    dame pastel si?

    ResponderEliminar
  2. Jajajaja
    OkkkkK!!!
    Ele y Juan Pa!

    ResponderEliminar
  3. Estoy atonita, pasmada, impávida, conmocionada, y estupefacta por haber leído tal oda a la menstruación.

    Pd. También quiero pastel y si es del de tentación de fresa quiero 2 rebanadas si no es mucha molestia.
    =)

    ResponderEliminar
  4. Valgame pues vaya que te dejó marcada! Yo sinceramente no recuerdo el día, sólo el cómo fue, pero eeequis no es algo en lo que piense mucho.

    Yo también quiero una rebanadita del pastel conmemorativo a Mr. Rojas!! jajaja

    ResponderEliminar
  5. Jajajajajaja...
    creo que casi casi la mayoria de las mujeres esperan ese dia con ansia, como tu dices porque es claro indicio de pasar de niña a mujer, pero a otras les pasa de noche ese acontecimiento y les viene valiendo gorro...
    antes y ahora... ;)
    yo estoy en ni tan tan ni muy muy,,, sino todo lo contrario.

    ResponderEliminar
  6. Pues ese día tan conmemorado por ti se podría comparar con el primer día que tuve la ineludible necesidad de rasurarme la primera vez, chingadamadre maldigo ese día, desde entonces tengo cadena perpetua, rasurarse todos los días es una desgracia para nosotros los hombres, hubiese preferido ser lampiño (y los lampiños quieren ser peludos).

    Por cierto hoy es día primero del mes, te faltan solo 3 días para otro de tus festejos, ¡ay cabron! Has de andar con el humor de una diabla... bueno diablita cola mocha.

    ResponderEliminar