lunes, 15 de agosto de 2011

Por si no te vuelvo a ver

No sé si sea defecto, virtud o simplemente una de mis características más características.

Suelo ver más de cinco veces una película que me encante y leer miles de veces un libro que me fascine.

Mi hermana Alma se ha convertido en mi proveedora de libros.  Ella y mi cuñado poseen una biblioteca envidiable. Quienes los visitamos en su nueva casa y nos gusta leer irremediablemente terminamos atrapados leyendo los títulos de los libros que integran su enorme colección ubicada en enormes libreros en la primera estancia del hogar.

Uno de los últimos que me prestó fue Por si no te vuelvo a ver, de Laura Martínez-Belli.


Lo he leído tres veces. Consecutivamente.  En un lapso de 20 días.

Termino de leer la última página, con lágrimas en los ojos por el final de la historia, y me regreso a la página uno, para atraparme y conmoverme como si nunca la hubiera leído antes.

Así que la termino y la vuelvo a iniciar de inmediato.

Es una novela realmente hermosa, interesante, conmovedora. Una historia de época, pero una historia bien hecha, bien escrita, perfectamente bien escrita.  Me ha pasado que leo otra cosa después de leer ésta y me molesta la forma de escribir de otro autor.

Aquí la reseña de la novela:

En los albores del siglo XX en México, mientras los vientos revolucionarios soplan cada vez con más fuerza, la pequeña Mercedes ve interrumpida su infancia al ser vendida por su madre a un burdel. Transformada en una joven prostituta, al quedar embarazada y dar a luz, decide entregar su pequeño hijo en adopción. El elegido para hacerse cargo del niño es un hombre culto y adinerado que lo educará y se lo llevará a vivir a la capital. Desatada la Revolución, Mercedes se verá forzada a sumarse a las huestes de Emiliano Zapata, mientras que en la mente de su hijo Gilberto convertido en pintor y ayudante de Diego Rivera el recuerdo de su madre parece desvanecerse.
Por si no te vuelvo a ver es el emotivo retrato de una época marcada por el fragor de la lucha armada y la energía de los artistas plásticos que reflejaron en sus obras el anhelo de renovación que se perseguía. Una novela conmovedora, enmarcada en uno de los momentos más importantes de la historia de México.

El sábado la terminé por tercera vez. Aunque es económico (creo que no cuesta lo que merece) y vivo a unas cuantas calles de una Librería Gandhi, no quiero despegarme de él.  Quiero tenerlo en mi buró eternamente, para rescatarme de los momentos de aburrimiento o de ansiedad.

Así que ayer, mientras reposaba la colitis ocasionada por la inesperada visita de Mr. Rojas, comencé a leer por segunda vez otro libro de mi hermana, La Escuela del Amor, de Beatriz Escalante. Que no me llena casi nada como la primera que les comento y recomiendo, pero al menos me hace llevadero el momento.

Les dejo la recomendación.  Ampliamente recomendada.

2 comentarios:

  1. Ay Nena, cuando ya me estaba motivando a comprarlo me detube. Tan solo con ver lo que trata la historia me dolio el corazon. Una vez que tienes hijos duele mucho el maltrato a ellos, aun por sus mismos padres.

    No podria leerlo. Lloraria como si estubiera cortando cebolla. Snif snif.

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  2. Noooo, Nadia... leela, en verdad, está bien linda la novela... de principio a fin.

    Sí lloras, justo en esos instantes, pero el desenlace está de poca.

    Ele y Juan Pa!

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